Intermoney | El Gfk del consumidor alemán se sitúa en -25,1 pts para enero, poniendo de manifiesto una nueva mejora en el sentimiento gracias al aumento de las expectativas de ingreso (-6,9 frente a -16,7 anterior), las cuales se han visto incrementadas en términos reales no sólo por un mercado laboral tensionado sino por el enfriamiento de los precios. Eso se trasladaba también a la disposición a comprar, que aumentaba de -15,0 a -8,8, contribuyendo también a la mejora del indicador.
Sin embargo, con los indicadores adelantados preferimos recelar. La mejora de la confianza de los consumidores en el preliminar de diciembre (-15,1 pts) es un ejemplo, pues difiere de lo apuntado por otros indicadores adelantados, debiendo enfatizar que los índices de confianza están generando ciertas incongruencias debido a la calidad de las respuestas. De hecho, el mejor ejemplo para ver el desacople de la confianza de los consumidores de la Comisión Europea era el dato de matriculaciones. En noviembre de 2023, el mercado automovilístico de la UE creció un modesto pero razonablemente sólido 6,7%. A pesar de una base de comparación relativamente baja, persistió un crecimiento sólido, marcando el decimosexto mes consecutivo de expansión, aunque en la lectura pesaba la severa contracción de los diesel. Luego, los datos moderan de manera comedida y esto también nos lleva a pensar que ciertas encuestas de consumidores estén reflejando el aterrizaje suave.
Al otro lado del Atlántico el atractivo de la jornada también residía en el sentimiento del consumidor y en EEUU la confianza del consumidor sigue resistiéndose a dar su brazo a torcer. El progresivo descenso de la inflación unido a las estimaciones del comienzo del ciclo de flexibilización de la Fed ha vuelto a alentar el ánimo del consumidor norteamericano. En diciembre volvía a repuntar el indicador que nos ofrece el Conference Board y la lectura de 110,7 pts rompía los pronósticos, ofreciendo una notoria mejora frente al 101,0 de noviembre. La mejor percepción de la situación actual (148,5 frente a 136,5 anterior) y las expectativas futuras (85,6 frente a 77,4 anterior) daban argumentos a los defensores del soft landing ya que las expectativas se alejaban del terreno recesivo y han alcanzados máximos desde la mitad de año.
A pesar de que las opiniones desfavorables sobre las condiciones empresariales y el empleo han seguido siendo negativas en términos netos hasta ahora, la evaluación de los hogares sobre el mercado laboral repuntó en cierta medida. El número de encuestados que afirmaron que los empleos eran “abundantes” aumentó (40.7% frente a 38.6%), y aquellos que describían los empleos como «difíciles de conseguir» disminuyeron (13.2% frente a 15.6%) lo que se traducía en que los consumidores también esperaban que sus ingresos aumentaran (18.7% frente a 17.7% anterior).