Podría haber ciertos repuntes puntuales de poca convicción mientras que la situación en Ucrania no deja de empeorar

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Juan J. Fdez-Figares (Link Securities) | El inicio de la invasión de Ucrania por parte del ejército ruso, algo que a todas luces es un anacronismo en el siglo XXI, provocó ayer una drástica huida de los inversores en Europa de sus posiciones de más riesgo, lo que se tradujo en i) fuertes caídas de las bolsas de la región, con todos sus principales índices entrando en fase correctiva tras haber cedido más del 10% desde sus últimos máximos; ii) un importante repunte de los precios de los bonos, que ayer sí que actuaron como refugio, especialmente los alemanes, con el consiguiente descenso de sus rentabilidades y el aumento de las primas de riesgo de los países de la periferia del euro –la de España cerró ayer en los 106 puntos básicos, niveles que no se veían desde hace años–; iii) una subida vertical de los precios del crudo, que llegaron a superar en su variedad brent los 100 dólares el barril en momentos puntuales de la sesión; iv) un incremento de los precios del oro, que alcanzaron sus niveles más elevados en meses; y v) una fuerte apreciación del dólar con relación al euro. 

Destacar, por otro lado, que uno de los sectores más penalizados ayer en las bolsas europeas fue el bancario debido a tres razones principalmente: i) la exposición de algunos de ellos a Rusia, especialmente del RBI austríaco y del italiano UniCredit; ii) la fuerte caída de los rendimientos de los bonos unida a la pérdida de inclinación de la curva de tipos, lo que afecta directamente a los márgenes del sector; y iii) el temor a que la guerra de Ucrania termine afectando al crecimiento de la región vía inflación, lo que también penalizó el comportamiento ayer de muchos otros valores/sectores de corte cíclico. En sentido contrario, fueron los valores del sector del gas y el petróleo los que mejor lo hicieron en términos relativos, aunque ningún sector del Stoxx 600 fue capaz de cerrar la jornada en positivo. 

En Wall Street la sesión comenzó también con fuertes descensos, siguiendo pautas de comportamiento muy similares a las expuestas para las bolsas europeas. Así, y durante las primeras horas de la jornada, el Nasdaq Composite llegó a ceder más del 3%, entrando por momentos en mercado bajista –descenso de más del 20% desde su último máximo–, mientras que el S&P 500 profundizaba en la corrección técnica en la que había entrado el día anterior y el Dow Jones “coqueteaba” con entrar en ella. Sin embargo, la intervención del presidente de Estados Unidos, Biden, anunciando nuevas sanciones contra Rusia sirvió de alivio para los inversores, al no incluir éstas la exclusión de Rusia del sistema SWIFT y sanciones contra el sector energético del país. Además, Biden volvió a “amenazar” con liberar algunas reservas estratégicas de crudo para bajar los precios de esta materia prima, medida que se ha mostrado ya ineficaz, al ser muy limitado su impacto en el mercado del crudo. A partir de ese momento, el precio del crudo cedió con fuerza y los mercados de valores estadounidenses se giraron al alza, liderados por los grandes valores del sector tecnológico, con Microsoft a la cabeza, lo que permitió a los principales índices de Wall Street cerrar el día en positivo, con el Nasdaq Composite ganando un 3% al término de la jornada tras cinco sesiones consecutivas de descensos. Esta reacción entendemos que tuvo un importante componente técnico, al estar muchos de los valores que ayer reaccionaron con fuerza extremadamente sobrevendidos tras los fuertes descensos que han experimentado en las últimas sesiones. 

Hoy es probable, como ha ocurrido en las bolsas asiáticas esta madrugada, que los mercados de valores europeos, siguiendo la estela dejada ayer por Wall Street, abran al alza, aunque dudamos mucho de que lo hagan con convicción, dado que la situación en Ucrania no deja de empeorar, con las tropas rusas avanzando hacia la capital Kiev, mientras que se desconoce hasta dónde está dispuesto a llegar el presidente ruso, Putin, en su enfrentamiento con Occidente. De momento, y tras la nueva batería de sanciones anunciadas ayer por Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y Japón, entre otras naciones, estamos a la espera de conocer las represalias por parte de Putin. Es por ello que nuestra recomendación es la de no dejarse llevar por estos repuntes puntuales que, sin duda alguna, van a experimentar muchos valores, al menos hasta que se aclare el escenario macro al que tendrán que enfrentarse las cotizadas a partir de ahora. En ese sentido, creemos que será clave para el comportamiento de la renta variable occidental lo que “digan y hagan” los bancos centrales a partir de ahora. Ayer se habló mucho en el mercado sobre la posibilidad de que estas instituciones optaran por levantar el “pie del acelerador” en lo que hace referencia a la retirada de estímulos monetarias, posibilidad que no descartamos pero que provocaría cambios importantes en el escenario macro a corto/medio plazo y, por tanto, que forzaría a los inversores a realizar un sensible ajuste sectorial en sus carteras. No obstante, señalar que la mayor barrera a la que se enfrentan los bancos centrales para poder proceder de este modo es la inflación, variable que es una de las principales claves del conflicto ucraniano si finalmente el sector energético se ve afectado por el mismo. Si bien dudamos que los países occidentales opten por sancionar las exportaciones rusas de gas y petróleo, no tenemos tan claro que Putin no decida utilizar su actual posición de fuerza como “arma”, al ser uno de los principales proveedores de la Unión Europea (UE) de ambos productos.