Un crecimiento salarial que no tranquilizará al BCE

BCE_Sept_2023

Intermoney | Los salarios negociados en la zona del euro aumentaron un 4,7% en el 1tr24, tras la ligera ralentización del trimestre anterior hasta el 4,5%. Esto vuelve a avivar los temores de que el crecimiento de los mismos pueda sostener la inflación por encima del objetivo despertando los efectos de segunda ronda. Teniendo en cuenta que se esperaba una cierta estabilización e incluso una leve desaceleración, entendemos lo decepcionante de la lectura. Sin embargo, el día previo ya se podía aventurar una sorpresa amarga ya que el Bundesbank explicaba que los salarios en la mayor economía de Europa se dispararon un 6,2% entre enero y marzo, impulsados por pagos únicos libres de impuestos para compensar a los trabajadores por los crecientes costes.

A modo de consuelo, de cara a los próximos trimestres las presiones salariales deberían desacelerar. Los datos del rastreador de salarios del BCE para los primeros meses del año, cuando se llevan a cabo la mayoría de los acuerdos, indican que las presiones salariales negociadas se están moderandoSi tenemos en cuenta que muchos acuerdos salariales tienden a seguir a la inflación más que a adelantarse a ella, la lógica debería invitar a pensar que los indicadores de crecimiento salarial deben relativamente benignos. De hecho, a pesar de que Alemania era la que condicionaba en buena parte esa lectura más alta, el propio Nagel, al que de dovish no podemos acusar precisamente, recalcaba el día anterior que espera que el crecimiento salarial “se modere a medida que la inflación continúe disminuyendo”. A este respecto, los datos publicados por Eurostat el mes que viene sobre la compensación por empleado podrían disipar algo de ruido y añadir más claridad sobre el comportamiento de los salarios.

Sin embargo, la cifra fuerte en término general del 1tr24 puede hacer que una rápida flexibilización monetaria pierda adeptos. Aunque la reducción de tipos por parte del BCE en

junio no está en peligro, la cuestión sigue siendo la velocidad a la que puede bajar el crecimiento salarial, ya que los niveles actuales de crecimiento salarial siguen estando asociados a una inflación superior al 2%. Con un proceso desinflacionario con el que las autoridades están cada vez más cómodas, el Banco Central Europeo ha puesto últimamente mucho énfasis en que el crecimiento salarial baje como condición para recortar los tipos ya que el mercado laboral aún está tensionado. Las cifras de hoy nos hacen pensar que más allá de junio, el BCE se va a mantener ahora más cauteloso debiendo incluso de preguntarnos si no se habrá pillado los dedos con junio.

De hecho, la respuesta de los mercados era que pasaban a descontar 62 p.b. de relajación este año, lo que equivale a dos recortes de un cuarto de punto pero dejaría un tercer recorte en el limbo, en un 50% las probabilidades de efectuar o no un tercer recorte. Los rendimientos de la deuda pública también volvían a repuntar durante el jueves. El bono a 2 años alemán veía ascender su yield en +7,1 p.b. hasta el 3,074%, mientras que las ventas en el 2 años español eran más pronunciadas, aumentando en 7,8 p.b. (3,288%), una cuantía similar al bono a 2 años italiano ++8,6 p.b. (3,546%).

Precisamente otras referencias seguían apuntando también al buen momento del mercado laboral en la zona euro, y los PMI señalaban que el ritmo de creación de empleo se aceleró, alcanzando el nivel más alto desde junio de 2023 para responder al aumento de la actividadLos PMI preliminares de la zona euro ponían de manifiesto que la recuperación económica cobró más impulso en mayo gracias a los nuevos pedidos y al repunte de la actividad comercial. La buena noticia no era sólo el ritmo de avance de los servicios (53,3 pts) sino el mejor comportamiento relativo de las manufacturas, que se impulsaba hasta 47,4 pts (frente al 45,7 ant.) y se comportaba mejor que las estimaciones.

Los PMIs sólo venían a confirmar una mejora que no dejamos ver, incluso en las economías que más problemas han atravesado, como por ejemplo Alemania. El Bundesbank apuntaba a que el PIB del país crecerá ligeramente en el 2tr24 dando así continuidad a la expansión del 0,2% observada en los tres primeros meses del año. En este sentido, el Bundesbank cimenta su mayor optimismo de cara a los próximos meses sobre la expectativa de que los proveedores de servicios continúen su recuperación, que podría verse reforzada incluso si el consumo privado también proporciona un impulso como consecuencia de que el probable aumento de los ingresos reales disponibles de los hogares prevalezca sobre la incertidumbre de los consumidores. Otro aspecto interesante eran los comentarios sobre la inflación al explicar que el proceso de desinflación continuaba en el 1tr24, aunque a un ritmo mucho más moderado, el Bundesbank anticipa que la tasa de inflación vuelva a aumentar en mayo y que en los próximos meses oscilará alrededor de un nivel ligeramente superior.

En materia de política monetaria destacaba en la sesión del jueves la reunion del Banco de Corea, cuya inacción al mantener los tipos en el 3,50% no sorprendía a nadie. En cambio, sí llamaba más la atención el tono hawkish que no sólo no se ha reblandecido en los últimos meses, sino que cada vez es más duro. En la votación de este jueves, la unanimidad en el voto por mantener las tasas sin cambios refleja que la tarea para el BoK es más dura de lo que pensaban en un primer momento por diversos motivos. El primero es la inflación más resistente de lo esperado, y en el comunicado se declaró que los riesgos al alza para las perspectivas de inflación han aumentado, por lo que aún es demasiado pronto para confiar en que la inflación

convergerá hacia el objetivo del 2%. Lo segundo es que el comercio exterior se está comportando de una manera favorable para lo que podríamos pensar unos meses atrás, y eso ha contribuido a datos muy positivos de la balanza comercial coreana, que ha hecho revisar al alza las previsiones de crecimiento que publicaba hoy el banco.

La tercera razón es algo que ya hemos comentado en nuestros informes cuando tratamos los bancos centrales asiáticos, y es la influencia que en ellos ejerce la postura más dura de la Fed, por lo que no quieren divergir demasiado por los efectos negativos que pudiera causar sobre la divisa y los flujos de capitales. Si acaso, se podía pensar que la orientación a tres meses se podía modificar con respecto a la reunión anterior ofreciendo un tono menos duro, ya que había un reemplazo de dos miembros. Pero lo único en la dirección dovish era que tan sólo un miembro dejaba abierta la posibilidad de un recorte de tipos, algo más anecdótico que nos hace pensar que incluso el primer recorte podía darse ya en el último trimestre.