Liquidez en abundancia

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Hans-Jörg Naumer (Allianz GI) | Los principales bancos centrales continúan proporcionando una amplia liquidez. La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), aún está tratando de determinar cuándo empezará el «tapering», es decir, la reducción de las compras de bonos. El Banco Central Europeo (BCE) acaba de finalizar la revisión estratégica de la estrategia de política monetaria, y parece poco probable que haya a corto plazo un nuevo ajuste de liquidez. Esta revisión abre la puerta a la prolongación de una política monetaria expansiva. En cualquier caso, parece seguro que el BCE dejará que la FED tome la iniciativa.

Concretamente, las decisiones clave de la política monetaria del BCE son las siguientes:

  1. Transición a un objetivo de inflación simétrico del 2%. Esto permitirá que temporalmente la inflación supere esta cifra.
  2. Mayor consideración de aspectos relacionados con el cambio climático y la protección del clima. El exhaustivo plan de acción plurianual para integrar factores relacionados con el clima representa sin duda una evolución importante de la política monetaria, que convierte al BCE en pionero entre los bancos centrales internacionales.
  3. Consideración del coste de la vivienda en propiedad («owner occupied housing») en el índice de precios al consumo. Tiene sentido incluir este concepto en el cálculo del dato de inflación. Esta nueva consideración debería de llevar a medio plazo a un incremento del índice general de precios al consumo. Esto seguramente generará unas señales más restrictivas, pero solo una vez se haya aplicado.

El banco central chino opera en un contexto económico algo distinto. Hace unos días, el Banco Popular de China redujo sus tipos a los préstamos para todos los bancos comerciales para así fortalecer la economía. Esto encaja con el panorama de una economía china que, tras su rápida recuperación económica, está entrando en una fase más avanzada del ciclo económico.